Cómo favorecer el desarrollo emocional y social de la infancia. Hacia un mundo sin violencia

Crear los lazos afectivos y físicos entre padres e hijos durante los primeros años es la primera propuesta, enfatizando los aprendizajes de estos años, el desarrollo cerebral, la alfabetización emocional y la estimulación de la autoestima.

Favorecer la empatía y al amistad reconociendo que las niñas y los niños son capaces de mantener relaciones positivas desde pequeños, aumentar la interdependencia, promover juegos y aprendizajes cooperativos, son los siguientes pasos que el autor propone con ejemplos aplicables en el aula o el hogar.

Otra clave es la ausencia del castigo y sobre todo, encontrar la manera en que el conflicto se convierta en una oportunidad de aprendizaje.

El libro también propone una revisión integral de los modelos de comportamiento que las y los pequeños observan: madres y padres, personajes de ficción, personajes mediáticos y especialmente la presencia de violencia en el entorno.

El último capítulo plantea los puntos en los que a nivel de sociedad es necesario cambiar y alcanzar la meta de un desarrollo emocional positivo.

Introducción
1.Crear lazos afectivos y físicos entre padres e hijos durante los tres primeros años
2.Favorecer la amistad prescriptiva y la empatía
3.Potenciar la interdependencia entre los niños
4.Reconocer el juego como una actividad necesaria para el aprendizaje y la integración en la sociedad
5.Evitar el castigo
6.Modelar positivamente el comportamiento infantil
7.Organizar la sociedad dando importancia a la educación de los niños
8.Manifiestos